Desde hace unas semanas comencé con la eliminación
permanente de la cuenta, quizá los primeras semanas todo iba relativamente
bien, pero siempre existe la presión social, en donde algunos amigos se rehúsan
a utilizar otras redes sociales para ponerse en contacto, y es Facebook su única
manera de compartir.
Cada aplicación tiene un nicho especial para grupos de
personas específicas, me atrevería a decir que mientras twitter es una red
social en la cual interactuar con otras personas e informarte es realmente fácil
y practico.
Instagram por su parte hace sacar tu lado más creativo y a
partir de fotos generar interacciones, likes y conversaciones.
Mientras que Facebook podría decir que es una red social en
donde la interacción es como más ‘intima’, en donde tus amigos y familiares
comparten contenido a partir del cual se genera una ‘relación’.
También estamos hablando de la red social más equipada que
nos podemos encontrar, paginas, perfiles, grupos de Facebook entre otras
herramientas que a lo largo del tiempo han hecho de Facebook la red social por
excelencia.
En todo este tiempo sin contar con Facebook puedo decir que
no extrañe la red social, las dificultades vinieron cuando quería compartir
ciertas cosas ‘intimas’ con mis amigos y familiares.
Me atrevería a afirmar que compartimos de manera distinta en
redes sociales, todo depende del tipo de contenido; como por ejemplo la cena
familiar pasada tendrá más impacto en likes y comentarios dentro de Facebook,
esto no sucedería de la misma manera en Twitter por ejemplo.
Después de varias semanas de estar alejado de Facebook, tome
la decisión de regresar a ella, en esta ocasión siendo realmente más precavido de
las personas que acepto, “solo aceptar a personas que realmente conozco”,
porque seamos honestos tenemos a personas que no hemos visto en nuestra vida,
esa excusa de ‘hacer amigos’ muchas veces no pasa más allá de un “hola” y adiós.
He regresado a Facebook porque es la única manera que tengo
de compartir con familiares y amigos y yo enterarme de lo que pasa con ellos. Sinceramente
todo este tiempo me hizo madurar en cierto aspecto, fortalecer lazos personales
y tener más interacción de persona a persona, dejando de ser independiente de
una red social.
Como usuarios las redes sociales sin duda han transformado
nuestras vidas, se han arraigado tanto y han formado parte de nuestra vida
cotidiana que pensar en vivir sin ellas podría resultar como una extrañeza hoy
en nuestros días.